Se especula que para desentrañar el destino de una porción de los fondos presuntamente desviados en los casos de corrupción que rodean al exministro Tareck El Aissami, sería imprescindible interrogar a un grupo familiar específico. Este grupo está conformado por Luis Alberto Henríquez Herrera, su hijo Yobet Alberto Henríquez Ysla, la madre de Yobet, Carmen Marina Isla de Henríquez, la esposa de Yobet, Oglamar Mariela Pérez Moreno, y Génesis Henríquez, la hija de Yobet. Todos ellos figuran como propietarios y accionistas de CoinCoin, una empresa ubicada en el estado Aragua, Venezuela, que llegó a ser reconocida como la granja de minería de criptomonedas más grande del país.
La familia Henríquez no oculta su opulento estilo de vida, el cual exhiben abiertamente a través de sus redes sociales. Actualmente, se encuentran residiendo en Estados Unidos, donde son dueños de una tienda de licores en Doral, Florida, conocida como «Doral Wine». En la misma ciudad, Yobet es dueño de una casa y un apartamento, adquiridos desde hace aproximadamente dos décadas.
Conexiones políticas y el auge de CoinCoin durante la gestión de El Aissami en Aragua
Desde la época en que Tareck El Aissami fungía como gobernador del estado Aragua, Luis Alberto Henríquez Herrera y su esposa Carmen mantuvieron una relación estrecha con la gobernación, operando más de diez empresas, siendo CoinCoin la más lucrativa de todas. Se rumora que altos oficiales militares confiaron en CoinCoin para la instalación y operación de sus propias máquinas de minería de criptomonedas, las cuales eran comercializadas por Yobet Henríquez.
Además de la familia Henríquez, se ha señalado a Ronald Rubio, empresario y propietario de una marca de ropa, como otro de los involucrados en las tramas de corrupción relacionadas con criptomonedas en Venezuela, en asociación con Yobet.
Los inicios de la fortuna: De Cadivi a la minería de criptomonedas
Los orígenes de la presunta implicación de la familia Henríquez en la que se considera la mayor estafa con criptomonedas de Latinoamérica se remontan al año 2014. Fue entonces cuando Luis Alberto Henríquez Herrera, padre de Yobet, habría comenzado sus actividades ilícitas en la Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI).
Investigaciones periodísticas sugieren que Henríquez se habría beneficiado del acceso a dólares preferenciales otorgados por CADIVI a través de diversas empresas que registró en conjunto con su esposa, Carmen Marina Isla de Henríquez, y su hijo, Yobet Alberto Henríquez Ysla.
Entre las sociedades creadas por los Henríquez, destaca Industria Venezolana de Memorias Technologicas, C.A. [sic], fundada en 2007 con el objetivo de desarrollar proyectos tecnológicos y fabricar dispositivos electrónicos para el almacenamiento y procesamiento masivo de datos. Esta empresa estableció una alianza con la Gobernación de Aragua, que poseía el 45% de las acciones mediante Industria Tecnológica Arawak S.A., una compañía estatal dedicada a la producción y ensamblaje de artículos tecnológicos y eléctricos.
La licencia de Sunacrip y la caída de CoinCoin en una trama de corrupción
La colaboración entre los empresarios de Aragua y el gobierno regional se mantuvo durante las gestiones de los gobernadores chavistas Rafael Isea, Tareck El Aissami y Rodolfo Marco Torres.
Antes de renunciar a su cargo para asumir un ministerio en el gabinete de Nicolás Maduro, Marco Torres firmó las actas de aprobación de los estados financieros desde 2014 hasta 2020 y designó una junta liquidadora para Industria Tecnológica Arawak.
En 2018, los Henríquez fundaron CoinCoin C.A., una empresa con sede en Aragua que obtuvo una licencia de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip). Aunque CoinCoin se enfocó inicialmente en la venta de equipos de minería de criptomonedas, la compañía terminó envuelta en una red de corrupción que benefició a la familia Henríquez, a personas cercanas a Tareck El Aissami y, presuntamente, al propio exministro.
Nuevas vidas en Florida y la búsqueda de las claves de los criptomonederos
Existen teorías que apuntan a que la familia Henríquez tendría en su posesión una parte del dinero obtenido ilegalmente por la red de corrupción del exgobernador Tareck El Aissami. Algunas fuentes han revelado una lista de empresas que los Henríquez habrían utilizado para el blanqueo de capitales.
Se sabe que actualmente residen en Florida, donde disfrutan de una vida de lujos financiada con recursos de procedencia dudosa, mientras han intentado establecerse como propietarios de la licorería «Doral Wine», además de haber fundado una empresa de instalación de paneles eléctricos alimentados con energía solar, denominada «Green Coin Energy«, que Yobet opera bajo la firma Green Coin Energy Corp. La compañía no debe confundirse con GreenCoin, una firma australiana de nombre similar.
«Green Coin Energy», la nueva compañía de Yobet, tiene su sede en el área de Coconut Grove en Miami, y aunque su publicidad no está dirigida expresamente al minado de criptomonedas, su nombre evoca tal actividad.
Además, se ha divulgado que Leonardo Galíndez y Freddy Boscán Torres, individuos presuntamente asociados con los Henríquez, poseen las claves secretas de los monederos digitales donde se almacenaría parte del dinero obtenido a través de la corrupción.
Las conexiones de la familia Henríquez con el gobierno de Aragua y Joselit Ramírez
La familia Henríquez mantiene una presencia activa en Venezuela a través de al menos diez empresas registradas en el Registro Nacional de Contratistas (RNC). Varias de estas compañías han tenido relaciones comerciales con la gobernación del estado Aragua. Entre ellas, destaca YBT INC C.A., que según usuarios de Google Maps, operaba desde la misma sede de CoinCoin. Esta empresa recibió más de 127 millones de dólares preferenciales por parte de CADIVI entre 2004 y 2011 y proporcionó asesoría en la implementación de criptoactivos al Instituto Nacional de Espacios Acuáticos en 2018. Este último dato pone en evidencia la conexión entre los empresarios de Aragua y el exsuperintendente nacional de criptoactivos, Joselit Ramírez.
Ramírez, quien es considerado una figura cercana a Tareck El Aissami, conoció a El Aissami en Mérida y trabajó con él en la gobernación de Aragua antes de que ambos fueran detenidos por el caso de corrupción PDVSA-Cripto. Ramírez era el responsable de regular el mercado de criptoactivos en Venezuela.
Debido a estas conexiones, diversas fuentes consideran que la familia Henríquez podría haber desempeñado un papel fundamental en el caso PDVSA-Cripto, el mayor caso de corrupción con criptomonedas registrado en Latinoamérica, el cual ha implicado a otrora altos funcionarios gubernamentales y a empresarios allegados a ellos. El historial de varios de los implicados revela un patrón de corrupción, lavado de dinero y evasión fiscal que aún está pendiente de ser investigado a fondo y esclarecido por completo.