Jack Gleeson, quien recién cumplió 32 años el 20 de mayo, no tiene vocación actoral. Confesó que se convirtió en actor por casualidad y que le aburre estar en un set de filmación. Después de interpretar al niño rey Joffrey Baratheon en la popular serie de HBO, huyó de las cámaras para evitar el hostigamiento y porque quería ser profesor de Filosofía.
Jack Gleeson parecía tener un futuro prometedor y asegurado. Reconocido por su interpretación del despiadado Joffrey Baratheon en la exitosa serie “Game of Thrones“ (2011), repentinamente, en la cima de su carrera, desapareció de la escena actoral.
Nunca mostró interés en adoptar el típico estilo de vida de un actor. En una entrevista con el Irish Independent expresó: “Cuando empecé a hacer ‘Juego de Tronos’, quizás la realidad se hizo demasiado real para mí. El estilo de vida que conlleva ser un actor en una serie de televisión de éxito no es algo que me atraiga”.
“Estoy feliz de sacrificar un gran sueldo por mi felicidad, si no es algo demasiado cursi para decirlo. Probablemente sea más ingenuo que maduro decir eso, tal vez, pero así es como me siento”, mencionó Glesson.
Jack Gleeson afirma que no disfrutaba su trabajo, confesó que no le gusta decir malas palabras y normalmente lo evita en los ensayos para hacerlo sólo en la toma. “Creo que al público siempre le gustarán los tipos malos que matan sin razón aparente. Simplemente nos gusta odiarlos”, comentó renegando de su personaje.
Este joven se une a la larga lista de ex actores que prefirieron una vida “normal y cotidiana” a la del mundo de la fama.