Sean “Diddy” Combs, una de las figuras más influyentes de la música y el entretenimiento en los años 2000, ha sido objeto de atención por su extraña obsesión con los príncipes William y Harry. Según su ex representante, Rob Shuter, Diddy intentó invitar a los príncipes a sus fiestas más de diez veces sin éxito. “Ellos nunca aceptaron las invitaciones, nunca fueron parte de su mundo”, comentó Shuter a BBC News.
A pesar de sus repetidos intentos y de ofrecer cubrir todos los gastos, incluyendo seguridad y alojamiento, los príncipes británicos no se unieron a las extravagantes celebraciones del rapero. Sin embargo, Diddy mantenía fotos enmarcadas de ambos en su apartamento de Nueva York, lo que refleja su admiración por la realeza.
Mientras tanto, las fiestas de Diddy han estado bajo un escrutinio legal tras ser vinculadas a graves acusaciones de tráfico sexual y crimen organizado. En septiembre de 2023, el rapero fue arrestado por tráfico sexual y extorsión, con denuncias que alegan que en sus eventos privados se orquestaban agresiones sexuales. Los fiscales afirman que se drogaba a hombres y mujeres para coaccionarlos a participar en actos sexuales.
La fascinación de Diddy por la realeza contrasta drásticamente con las serias acusaciones que enfrenta, lo que plantea preguntas sobre la dualidad de su vida pública y privada.