Adamari López es una de las animadoras más queridas de la TV hispana, con una vida llena de altibajos. Ha pasado varias encrucijadas como la de la enfermedad, los desamores, cambios en su cuerpo y algunas desilusiones en el ámbito laboral.
Todas estas experiencias la hacen una mujer muy intensa, integral y quizás compleja. Sin embrago, ella se encarga de sacarle partido a su vida. Cada vez que se comunica o cada vez que está en un espacio para hablar de vivencias, ella marca una postura firme y un poco controversial.
En este sentido, la actriz nacida en Puerto Rico semana tras semana se da una cita en el espacio digital, llamado Ada y Chiqui De Show. Una ventana que se convirtió en una especie de bálsamo para muchas personas que se identifican con las historias que allí abordan.
En una de las entregas, transmitidas por la plataforma de YouTube, titulada «Revelaciones dolorosas» Chiquibaby y Adamari López hablaron de manera muy emotiva de cuando las personas deciden acabar con su vida.
Durante el desarrollo del tema, las presentadoras señalaron que han vivido episodios muy duros de sus vidas. Particularmente, Adamari estuvo al borde de acabar con su vida. En este punto la co-presentadores del programa televisivo Desiguales, explicó los motivos de tan radical decisión.
La experiencia de Adamari al pensar en quitarse la vida
«Con quien estaba casada tenía un concierto, yo todavía no estaba recuperada, tenía mi senito normal, el otro más arriba, no tenía cabello. Y me dieron boletos para repartir entre mi familia y los amigos, era el estrés de que todo el mundo pedía y me reclamaba, como si yo tuviera el control de los boletos del concierto que era de mi pareja. Y, en un momento dado, esto no lo he dicho nunca, era una tontería, con mi hermana por teléfono (lágrimas), por los boletos, me dieron ganas de estrellar el carro», dijo llorando.
Aunque el asunto era sin importancia, fue el detonante que la hizo estallar después de todo lo vivido con su salud y los problemas del matrimonio.
«¿Para qué me joden?’. Yo decía, yo ya tengo mi propio peso de mis propios problemas para que alguien me venga a reclamar por algo en lo que yo no tengo que ver, era una tontería pero estaba tan agobiada con tanta cosa, lo recuerdo claramente».
«Lo que yo tenía ganas era de estrellar el carro y no tener tanto problema. Una cosa pequeña en un momento donde uno se siente tan vulnerable, puede hacerse muy grande. No es culpa de nadie… Simplemente a veces se nos olvida que la gente que está a nuestro alrededor, tiene sus propios problemas. Nos ofuscamos en el yo», sentenció.
Hoy en día ese momento está superado, pero Adamari no pudo evitar emocionarse hasta las lágrimas al recordarlo. A su lado, su amiga y compañera, Chiquibaby, le tendió la mano demostrando lo importante que es la empatía y el saber escuchar.